Durante siglos, los monjes budistas han utilizado los cuencos tibetanos como instrumento de meditación. Así mismo, muchos profesionales del bienestar, como masajistas o Yoguis, han incorporado su sonido a sus prácticas y sesiones.
Y es que este objeto es algo más que un mero accesorio, es un instrumento que te permite deshacerte del estrés y relajar tu mente. ¿Quieres aprender a cómo tocar el cuenco tibetano? ¡Sigue leyendo!
El sonido del cuenco tibetano, ¿cómo funciona?
Muchos relacionan el sonido del cuenco tibetano con un efecto sanador. Lo cierto es que, no se sabe qué hace que este sonido tenga un efecto tan fuerte en nuestro cuerpo.
Según algunos expertos, las vibraciones tienen un efecto sobre las ondas cerebrales, las células del cuerpo y los chakras, en otras palabras, un efecto psicológico, físico y energético.
Los beneficios de escuchar su sonido son diversos, motivo por lo que se utiliza en sonoterapia, un tipo de terapia que incluye sonidos pulsantes, tambores, cantos y aplausos con fines ceremoniales, salud o espirituales.
Los cuencos tibetanos emiten una frecuencia que hace que nuestro cuerpo reaccione, lo que se conoce como principio de simpatía, vibrando a la misma frecuencia. Gracias a eso, recuperamos el equilibrio y sanamos nuestra mente.
¿Qué necesitas para hacer sonar tu cuento tibetano?
Hay algo muy importante que debes tener en cuenta; para hacer cantar un cuenco tibetano no sirve cualquier instrumento o herramienta.
Para obtener los diferentes tipos de sonidos debes utilizar una baqueta, un instrumento de madera (que puede forrarse con distintos materiales), que debe tener la medida adecuada al bol.
¿Por qué la medida es tan importante? Porque si la baqueta es pequeña no emitirá sonido y si es grande el sonido será muy desagradable.
Cómo tocar un cuenco tibetano
Existen dos técnicas para hacer sonar un cuenco tibetano; batido y golpeo. Veamos cómo usarlas:
Batido
Esta técnica también se la conoce como fricción, dado que la baqueta de madera (o forrada con fieltro) se mueve por el borde del bol.
Es una técnica muy sencilla; todo lo que tienes que hacer es frotar la baqueta en la parte externa del borde superior alrededor de su perímetro, mantenimiento una presión adecuada. Esto producirá sonidos cuyo volumen dependerá de la velocidad del giro y la presión.
Te aconsejamos que antes de nada pruebes a batir el cuenco con una baqueta forrada en fieltro, colocándola inclinada en un ángulo de 30 y 45 grados. Si el cuenco no emite un sonido armónico, prueba a batir con una baqueta de madera con suavidad.
Al batir con una baqueta de fieltro es posible que al principio te salga una vibración, por lo que debes aplicar más presión para transformarla en un sonido agudo. Claro que dependerá del cuenco, pues algunos solo pueden emitir vibración, otros un sonido agudo y otros ambas.
Golpeo
La técnica de golpeo también es conocida como técnica de percusión, en la que se golpea el cuenco como si se tratase de una campana mientras que la vibración penetra en tu cuerpo y poco a poco sientes como va desapareciendo.
Si cuentas con varios cuencos, puedes hacer una melodía combinando sus sonidos. Para este tipo de técnica, es mejor utilizar baquetas forradas en piel, goma o algodón. O, puedes golpear con la palma de la mano o los nudillos, produciendo un sonido similar al que produciría una baqueta forrada en fieltro o algodón.
Algunos consejos a la hora de usar tu cuenco tibetano
Antes de hacerlo sonar, debes prepararte. No solo mentalmente, también tienes que asegurarte que estás siguiendo el procedimiento correcto:
- Sujetar el cuenco con la mano no dominante.
- Con la mano dominante sujeta la baqueta
- La mano que sujeta el cuenco debe estar completamente plana, para que repose el sobre ella. Si lo sujetas con los dedos, al comenzar las vibraciones las detendrás y no emitirá ningún sonido.
Cómo habrás podido comprobar, hacer sonar un cuenco tibetano tiene su pequeño truco. Y para dominarlo, nada mejor que la práctica.
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